5 DE SEPTIEMBRE DÍA INTERNACIONAL DE LA BENEFICIENCIA

El término beneficencia ¿a qué nos hace referencia? ¿Puede ser caridad? Estas preguntas me surgieron cuando me dijeron que si podía escribir un artículo haciendo referencia a la beneficiencia, ya que hoy se celebra el día Internacional.

Los Días Internacionales nos dan la oportunidad de sensibilizar al público en general sobre temas de gran interés, tales como los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la salud. Al mismo tiempo, pretenden llamar la atención de los medios de comunicación y los Gobiernos para dar a conocer problemas sin resolver que precisan la puesta en marcha de medidas políticas concretas

Leemos y escuchamos muchas veces “concierto, cena, exposición…. Benéfico” y nos recuerda a dar limosna, un donativo, una ayuda “desinteresada” para los necesitados de una institución que puede ser pública o privada. Una obra de beneficiencia presupone un benefactor y un benevolente (beneficiado), ya no hay más implicación.

Nuestro compromiso va más allá que un dar y recibir una limosna ocasional ya que, con palabras del Papa Francisco, “corre el riesgo de gratificar a quién lo realiza y humillar a quién lo recibe”. Nuestro compromiso es un COMPARTIRNOS, por eso el término beneficiencia se nos tiene que quedar corto.

No tratamos de limpiar la conciencia con limosna, tratamos de transformarnos en amor, el amor de Cristo que da todo su ser y recibe (“déjenla….ha hecho una obra buena conmigo” Mc14, 6). La raíz de nuestro dar y recibir “benéficamente” tiene que estar en el amor y el compartir, el amor a los débiles, a los enfermos, a los miserables, a los necesitados….y dejarnos querer por ellos

El 5 de septiembre se celebra a nivel mundial el Día Internacional de la Beneficiencia en honor a la Madre Teresa de Calcuta. Ella llevó ayuda y sosiego a los más necesitados del planeta. Su vida fue algo más que practicar obras benéficas y recolectar fondos, entregó 45 años de su vida a llevar el amor de Cristo a pobres, enfermos, huérfanos, moribundos,…  Que nosotros, teniéndola como modelo, seamos capaces de dar y recibir algo más que una limosna benéfica.

 

Concepción Aranguren 

Directora Cáritas Diocesana de Ciudad Real