El Centro “Siloé” de Cáritas Diocesana de Ciudad Real recibe la colaboración de la Fundación Globalcaja
El proyecto de encuentro y acogida ayuda a personas con problemas de adicciones
Cáritas Diocesana de Ciudad Real recibe la colaboración de la Fundación Globalcaja para el proyecto de encuentro y acogida ‘Siloé’, que ayuda a personas drogodependientes en situación de consumo. Se trata de un programa de intervención terapéutico-educativa dirigido especialmente a aquellas personas cuya situación se caracteriza por la falta de recursos humanos y materiales; la procedencia de familias y ambientes desestructurados; los graves problemas sanitarios y judiciales, y la amplia historia de fracasos en los distintos intentos de rehabilitación.
Desde la Fundación Globalcaja Ciudad Real han querido apoyar, un año más, esta iniciativa, apostando por la integración social de las personas que participan en este proyecto. Es su manera de contribuir a la labor que realiza Cáritas.
Esta colaboración se ha formalizado a través del oportuno acuerdo firmado por el presidente de la Fundación Globalcaja Ciudad Real, Mariano León, y la presidenta de Cáritas Ciudad Real, Concepción Aranguren, que se enmarca dentro de la huella social con la que impacta Globalcaja en la sociedad, a través de sus Fundaciones. La entidad destina el 17,5% de sus resultados a colaborar con iniciativas sociales, deportivas, culturales y de formación e investigación.
El acompañamiento, como base para la recuperación personal y/o la reducción del daño
El modelo de intervención social que se desarrolla va más allá de proporcionar recursos a personas que demandan ayuda. Es un modelo de intervención que promueve la integración, entendiéndola como una dinámica por la que cada elemento mantiene su consistencia, sin sufrir disminución ni restricción, y todos intercambian, interdependen y salen enriquecidos. Se trata de una participación que nunca debe ser unilateral, ni puede decretarse, sino que es constantemente negociada con la persona.
La integración supone una visión diferente de la persona ayudada, que conlleva reconocer sus potencialidades y sus posibilidades. No se trata de paliar el sufrimiento, que en sí ya es importante, sino de promover el crecimiento de la persona, creyendo en ella, por muy deteriorada que a veces se nos presente.
Para ello es necesario “caminar” con la persona en situación de dificultad, comprenderla, acogerla, transmitirle esperanza, aceptarla y motivarla, y a partir de ahí, explorar las soluciones, sin renunciar a realizar un proceso educativo en ese camino conjunto.
Trabajo de calle como herramienta fundamental para iniciar el proceso de recuperación
La educación en la calle también es un pilar importante de ‘Siloé’, ya que en ella los agentes que trabajan el proyecto ponen en práctica estrategias de acercamiento que suponen un primer paso para la terapia posterior.
Cáritas trabaja facilitando el acceso a los programas terapéuticos específicos, a los recursos sociosanitarios, así como los derivados por la Unidad de Conductas Adictivas y la Unidad de Salud Mental con quién se coordina de forma directa para poder ampliar la ayuda que ofrece.