PROYECTO “PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE MEDIOS DE VIDA SOSTENIBLES PARA FAMILIAS CAMPESINAS VULNERABLES” FASE II, EN MOZAMBIQUE
Este proyecto desarrollado entre diciembre de 2022 y abril de 2023, se ha ubicado en la provincia de Inhambane, al norte de la capital, Maputo, y concretamente en la comunidad de Guiua, donde fueron seleccionadas 200 familias muy vulnerables, que estaban más necesitadas de apoyo, priorizando mujeres cabeza de familia, huérfanos con familias a cargo y ancianos.
El proyecto ha tenido un coste total de 54.333,52 €, de los que 38.558,73 € han sido aportados por la Excma. Diputación de Ciudad Real. En su desarrollo han estado implicados Cáritas de Mozambique, Cáritas Española, Cáritas Diocesana de Ciudad Real y Cáritas Interparroquial de Ciudad Real.
Los objetivos de este proyecto han sido:
- Aumentar el número de agricultores de la comunidad que emprenden acciones para fortalecer sus medios de vida y adaptarse a las variaciones climáticas al final del proyecto.
- Aumentar la disponibilidad per cápita de alimentos de calidad adecuada para el consumo local de estas 200 familias.
- Dar apoyo a 200 familias para que conozcan mejor la oferta institucional y se sientan más participativas ante los problemas de sus comunidades.
Resultados obtenidos
- Refuerzo del proceso de aprendizaje. Las capacitaciones teóricas se han combinado con los ejercicios prácticos, y en paralelo se acondicionaron los campos de trabajo comunitario y se llevó a cabo el acompañamiento en las “machambas” individuales de cada familia, lugares todos ellos en los que se han obtenido frutos del trabajo y la aplicación de las nuevas técnicas aprendidas así como la variedad de nuevos productos, base para seguridad, diversificación y el enriquecimiento de la dieta familiar.
- Entrega de insumos agrícolas a 200 familias (variedades de cultivos tolerantes a la sequía) para la campaña agrícola 2022/2023.La variedad de semillas entregadas ha supuesto un gran cambio para la mayoría de las familias, ya que su vida agrícola gira en torno a dos cultivos básicos, en los que centran su alimentación todo el año y con ellos es difícil que consigan ingresos al estar saturado el mercado con ambos productos.
- Intercambio de experiencias entre las familias y evaluación de los impactos con la participación del comité de gestión y los líderes locales. Se ha observado una mayor consciencia de equipo, de grupo, que ha favorecido muchos procesos y fortalecido la creación y participación de los comités de gestión.
- Instalación de un invernadero para la producción intensiva de cultivos durante todo el año, aprovechando el pozo de agua en construcción y adquisición de regaderas manuales para que las familias regaran los cultivos en las tierras bajas y para la producción en el invernadero.
- Asesoramiento y fortalecimiento con el cuidado de animales de pequeña especie. En el seguimiento de los técnicos, familia a familia, comprobaron el buen estado de salud de los animales, lo que ha favorecido su crecimiento y reproducción.
- Construcción y mejorar de las letrinas caseras con la contribución de las familias beneficiarias. La preparación del terreno seleccionado, con la excavación de las fosas, el acopio de materiales hasta el lugar, la construcción y/o acondicionamiento de la letrina, etc. ha sido completamente un trabajo voluntario y de grupo, mostrando de nuevo el espíritu comunitario de apoyo y mejora que entre todos pueden conseguir
- Sensibilización y acompañamiento en las acciones para el cuidado del medio ambiente y mejora de la higiene familiar y comunitaria.
- Desarrollo de capacidades en la gestión de recursos locales (agua, tierra, residuos, ingresos, vegetación, etc.), cambio climático y alerta temprana con el fortalecimiento de comités de gestión de recursos naturales y de alerta temprana sobre el cambio climático.
- Evaluación final en conjunto con la comunidad, los líderes y el equipo técnico para valorar el impacto de la intervención, poner en común las lecciones aprendidas y proponer soluciones a los problemas encontrados para el mantenimiento y sostenibilidad de las acciones.
Destacamos la constancia y la completa motivación de los beneficiarios, durante toda la ejecución del proyecto, poniendo de relieve la participación de las mujeres que, si bien comenzó tímidamente en la anterior fase, hemos podido observar cómo se ha consolidado en esta segunda fase.
Todos confían en la sostenibilidad de las acciones ya que se ha conseguido trabajar con un mayor número de familias y eso aumenta las posibilidades de multiplicación. También las técnicas aprendidas, conllevan un bajo coste y se realizan a partir de materiales locales, lo que permitirá que los beneficios que han conseguido, los puedan mantener en el tiempo si siguen aplicándolas.
La mejora en la calidad de vida de las familias atendidas es patente, pues todos hablan con orgullo de su capacidad para garantizar la seguridad alimentaria de sus familias como resultado del aumento de la productividad. También han podido diversificar su dieta y con ello, han aumentado el número de comidas al día, y aquellas familias que en la fase anterior recibieron la cocina ecológica siguen mostrando su enorme satisfacción por el cambio radical que han podido dar a esta labor de cocinar que continua en uso.
El aumento de la producción ha posibilitado tener capacidad para la venta de excedentes de los que obtienen valores monetarios que les han servido y les servirán para cubrir otras necesidades de la familia.
Por todo lo descrito, podemos decir que hemos conseguido impulsar el aumento de la resiliencia, la soberanía alimentaria y nutricional frente al cambio climático de 200 familias vulnerables en cuatro comunidades de la localidad de Guiúa.